Loco, mirándote

Amore, han pasado varias semanas en las que ando loco por no estar contigo. Es una locura muy mía, llego corriendo a casa por la noche luego del trabajo... pensando, como antes, en que estarás frente a la compu o en la cama recostada.

Te he escuchado cantar por la casa y en el baño. Las calles aprendieron tu nombre, en esta colonia Doctores la oscuridad y el caminar huelen a ti. Sigues vigilando la casa desde tus sonrisas en las fotos que se quedaron aquí, haciéndome compañía.

Hoy te marqué al celular y sonó y sonó pero nada, no se si lo llevaste al viaje o lo dejaste en casa, allá en la ciudad roja, donde tu mamá.

Estoy triste y aunque me he procurado compañía vienes desde dentro y me viertes un aire cálido que deja paso a un aire frío que se llama casa. Me he esforzado porque no deje de ser hogar, no tengas duda de eso.

Necesito que estés amando, nunca jamás volver a las tinieblas y me quebraría la idea de que lo que antes padeciste en soledad y pesadillas ahora se repita y peor que sea en mi nombre. Ama, mujer de rituales exóticos, bebe más cantos y quédate en todos los sitios brindándote más cada vez en cada uno.

Acompáñate de personas y no sólo de pasados y espíritus. Ha valido la pena este distanciamiento necesario. Aún acá sigo respirando. Y mirándote.