Tus relojes de arena

Aplauso! Quién habla x ti? Las historias que te atraparon en este sinsabor? Las deshoras de felicidad que dejaste de procurar? La bruma semántica que controla tu visión ocular? Los olvidos envueltos como caramelos que le regalaste a las hijas que no has tenido? Los latidos callados, ausentes, de las piedras que fueron tus amores, de las arenas que fueron tus amoríos? Las ojeras maduras que han aprendido tanto y te han quitado la sonrisa? La tierra que sepultó a nuestros héroes amigos? El arraigo de la desgana, del desatino emancipado? Las malpasadas comidas sin carne, sin tortilla, sin sal, sin compañía?
O el corazón que aún iletrado, te late? O las manos que te queman las ganas de sembrar? O las eras que estás por fundar? O las cobardías que gustas destrozar? O las ciudades inverosímiles que gustas de fundar? Esas donde las calles son vías lácteas no euclidianas, las esquinas viejas arquitecturas narrativas desmoronándose y los habitantes son esbeltos y robustos sentimientos sin escollo, es decir, sin tus profanos y moribundos amores de roca. En tus ciudades danzan en pena las victorias de la revolución que están por encarnarse al ritmo de tus relojes de arena.