Mi ofrenda 2017

Esta vez será en honor a mi edad
Muerta cada año, cada esquina, cada vera
Para recordar mi difunta sed de buscarte
De seducirte, muerte, para que fueras mi amante

He conseguido que me lleves a cachitos
Te he puesto este año pan de muerta
De hambre muerta, de muerta de hambre
Como estas ganas que siguen floreciendo en mis manos

Te he puesto dulce de calabaza, tacos de muerte lenta, cilantro y cebolla picada
Malta y cerveza bien muerta para que la degustes
Te traje muertos de antes y de después

Se murió otra esquina de mi inocencia, a ella le pongo un caramelo de la infancia
Se murió el último de mis reyes magos, a él le pongo mi penúltima carta de amor eterno, sólo él me entenderá, siempre me acompañó en mis fantasías más genuinas

Se murió mi futuro de dreamer, a él le pongo las facturas del patrimonio que nunca tendré

Se murieron los hijos que nunca tuve, para ellos van mis anhelos de sonreír como niño todavía, les pongo mis dados y mi balero

Se murió la esposa que nunca fue, esa que nunca me regañó, que nunca me cocinó, que nunca me atendió, ya no las hacen como antes, heteronormadas, sobre todo nunca la encontré pues gustaba de compartir con reveldes, atinadas, locas, talentosas, artistas, poetas, ingobernables, insulsas, viajeras, libres y emancipadas. Creadoras de futuro.
A esa esposa que no, le pongo en esta mi ofrenda una veladora para que alumbre su camino al exilio medieval

Se murió mi última promesa de amor, a ella le pongo tierra, como en México, donde los muertos no se entierran sino que se siembran

Se murió mi hermano y le han escrito canciones, como la milonga del fusilado, esa es la que le traigo esta tarde
Se murió el poeta militante, a él le traigo mis canciones, la que les aprendí a todes en el cono sur

Se murió el amanecer, sereno, a él le traigo el reloj. Cosa de esperar la alborada.

Tantas muertes me han reconstruido, me han dado camino.
Apoptosis reconstructiva.
Te amaré hasta que la muerte nos separe, antes no, - decía Virgilio.

Se murió mi cuerpo al menos cinco veces ya, todas las he drenado para poder seguir muriendo en paz.

Me bañaré para esta muerte, cada una es singular. Cenaremos a la luz de todos los santos. Bailaremos, debatiremos sobre el capitalismo salvaje. Nos daremos guerra. Cuando se vaya, siempre pasa, sentiré renacer. He trabajado los desprendimientos y las pérdidas.

Alevosía ante mis muertes. A todas las escucho. Las que quieren quedarse y las que no. Para todas es esta ofrenda y mis empeños. En sus manos encomiendo mi espíritu.

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