1492


1492

La mentirosa fecha del mentiroso descubrimiento de América.
Las comunidades nativas, mal llamadas indias, fueron despojadas de sus raíces, atuendos, rituales, órdenes familiares-grupales-comunitarios, de sus formas de gobierno, de tránsito, de guerra, de sacrificio, de entrega, de educación, de tributación, de sanción, de salud, de muerte, de vivienda, de alimentación, de justicia.

Antes de 1492 habían venido ya los vikingos y antes los asiáticos. Y muy probablemente, los nativos de acá ya habían recorrido buena parte del mundo también. Los chinos ya construían barcos donde transportaban a miles de personas por los océanos del mundo.

América, ese falso nombre, impuesto como nuestro propio idioma, nuestros vocablos, fonemas y números, fue descubierta por los serviles, excarcelados y bandidos europeos, bajo las órdenes del ejército imperial, quienes de educación, a lo más, sólo tenían la militar a la usanza de la época. 

La mentira radica en enseñar que ante este descubrimiento, América nació. Y, en algún modo, así fue, en tanto mentira que es. Su descubrimiento dio origen a la mentira continental: el nacimiento de América. Más bien, fue la invención de América, la invención de los indios, invenciones que nada tienen que ver con las comunidades y culturas nativas.

La mentirosa historia dice que fueron los españoles. Ese concepto identitario de patria, Estado, nación española, del que derivase la identidad española, no existía como tal en 1492. Acaso era el imperio de Aragón y Castilla. El idioma, el castellano. Un castellano ya muy arabesco y grecoromano.

Los pueblos nunca han sido idiotas, y esas historias de no reconocer a un puñado de barbajanes, de no identificar la guerra, bajo la teoría política, no tiene sustento. Los desacuerdos locales se exacerbaron y ello contribuyó a la decadencia de los tlatoanis. 

El salvajismo de la esclavitud no tiene parangón, no obstante, en las Repúblicas de Indios se conservaron más la tradiciones y costumbres que en el México Independiente. Buena parte de la desindianizacion vino en el tiempo de Porfirio Díaz, por decreto estadístico. Lo que más cambió fue el cómo nombrarnos, pues nuestro fenotipo y genotipo siguió siendo prácticamente el mismo.

Ostentamos una identidad multiétnica, y los pueblos indígenas también, pese a su lengua materna (la cuál puede confundir a pruritanismos), nuestro fenotipo tiene raíces en todo el mundo.

Los símbolos son cosa mayor y el símbolo del sometimiento, del hambre, de la pobreza, debe ser emancipado. La endodiscriminación debe ser desterrada. 

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